COACHING

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martes, 20 de noviembre de 2012

BENEFICIOS DE LA ESPERANZA




Según el diccionario, esperanza es la confianza de lograr una cosa, de que la cosa deseada se realice.

Visualizar nuestras metas y tener claros los recursos para lograrlas favorece el desarrollo de la ESPERANZA.

La esperanza nos ayuda a comprometernos con nuestras metas, gracias a ella confiamos en el futuro y, espiritualmente nos une con la fe, ya que hace que confiemos en algo que no vemos.

La psicología nos define la esperanza como un conjunto de ideas y creencias que nos ayudan a encontrar el camino para conseguir nuestras metas y nos permite confiar en nuestras capacidades para conseguirlas.

Algunos estudios psicológicos han demostrado que los estudiantes con niveles más altos de esperanza se desenvuelven mejor en la escuela. Y los universitarios más esperanzados durante el primer semestre tienen mayores probabilidades de terminar su carrera.

La esperanza se relaciona con la salud física y mental: las personas con mayor esperanza sobrellevan mejor las enfermedades ya que se comprometen más con el tratamiento y la prevención. Y  además tienden a soportar mejor el dolor.

En cuanto a salud psicológica, las personas esperanzadas generalmente están más contentas y experimentan emociones positivas, ya que la esperanza les ayuda a establecer y conseguir sus propósitos. Tienen índices más bajos de depresión, se sienten más satisfechas con su vida y manejan mejor el estrés.

Además la esperanza se asocia con el sentido de nuestra vida, con pensar que nuestra vida tiene un significado. Las personas con una gran esperanza conectan mejor con los demás, se interesan por ellos sinceramente y son más flexibles, ya que tienen en cuenta otros puntos de vista diferentes al suyo.

Un ejercicio para desarrollar la esperanza consiste en visualizar nuestras metas con claridad y todo tipo de detalles (imaginar qué queremos y cual sería el mejor resultado posible). Una vez visualizada nuestra meta  (cómo estarías, con quién, en qué lugar, haciendo qué…) anotaremos qué podemos hacer para lograrla, todo lo que esté a nuestro alcance. La finalidad es adónde queremos llegar y, para ello,  poner en funcionamiento todos los recursos que tenemos a nuestro alcance.


¿Hasta qué punto te consideras una persona esperanzada?

¿Qué te aporta tener esperanza en un futuro más positivo?

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