COACHING

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martes, 20 de agosto de 2013

DISFRUTAR DE NUESTRO TIEMPO LIBRE




Durante el periodo en el que estamos trabajando, prácticamente no tenemos tiempo de disfrutar del poco tiempo libre que nos queda y de repente llega el periodo estival y con él las ansiadas vacaciones, es entonces cuando nos podemos encontrar con que no sabemos qué hacer con tanto tiempo libre.

En el momento en que nuestra mente no necesita permanecer concentrada en nuestra ocupación diaria, puede llegar a dispersarse de tal manera que acabe centrándose en aquellas cosas que más nos preocupan. Para no abordar los problemas que creemos complicados de resolver, podemos actuar invirtiendo nuestro tiempo en ocio activo o pasivo.

El ocio pasivo es el que no requiere ningún esfuerzo físico ni mental y lo único que consigue es que huyamos de nuestros problemas, el ejemplo más sencillo sería ver la televisión.

El ocio activo, por el contrario, hace que mejore nuestra concentración, podamos fomentar y mejorar nuestras actividades o que se enriquezcan nuestras relaciones con los demás. De esta manera contribuimos a nuestro desarrollo y crecimiento personal. Entre estas actividades de ocio activo podrían estar: realizar nuestro deporte preferido, leer un buen libro, escribir, realizar algún curso o taller sobre algún tema que nos interese, visitar alguna ciudad pintoresca, algún museo…

El ocio activo contribuye a mejorar nuestra calidad de vida, por el contrario, el ocio pasivo no nos lleva a ninguna parte y puede llegar a convertirse en un grave problema cuando nos roba la mayor parte de nuestro tiempo libre.

En ocasiones, pensamos, que durante las vacaciones tenemos la ocasión ideal para dedicarla a no hacer nada, decimos que queremos aburrirnos de no hacer nada. Y es que, tener demasiado tiempo libre, puede requerir de un esfuerzo para organizarnos y poder disfrutarlo.

Lo fundamental es encontrar actividades que nos hagan desarrollarnos y crecer como personas, que podamos potenciar nuestras habilidades o posibilitar otras nuevas que nos hagan esforzarnos para conseguir superar algún reto.

Por ello realizar actividades nuevas y desafiantes puede resultar tan gratificante que incluso descubramos una forma de vivir nuestro ocio con verdadera pasión.

Recientemente he realizado mi bautismo de buceo y verdaderamente ha resultado ser una experiencia muy recomendable. He superado un temor a algo que realmente desconocía, o al menos me causaba mucho respeto. Y he podido comprobar que, si realizas una actividad desconocida con la plena confianza de que va a resultar satisfactoria, consigues superarla y disfrutar de ella.