Hace algún tiempo llegó a mis manos un
libro de 1912 escrito por Cristian D.
Larson, “Sus fuerzas y cómo utilizarlas”.
Este autor escribió más de 40 libros e
inspiró, entre otros, a Norman Vincent Peale. Fue líder destacado del “Nuevo
Pensamiento”.
En el citado libro aparece el “Credo
optimista” que fue adoptado como credo Optimist International en 1922. En
aquella época, este credo, inspiraba a las personas hasta el punto que en los
hospitales se utilizaba para ayudar a los pacientes a recuperarse de una
enfermedad. Y en la práctica de deportes, los entrenadores lo han utilizado
para motivar sus jugadores.
Tras 100 años de su aparición creo que
podemos considerarlo muy vigente en nuestras vidas, aunque algunos no querrán
llamarle credo por las connotaciones religiosas que pueda tener, pueden
llamarle el manual del optimista. Lo transcribo aquí para quien pueda
interesarle. Como podéis comprobar se dirige a sus lectores de usted. Cosas de la época.
Prométase a usted mismo:
-
Ser tan fuerte
que nada pueda perturbar su paz mental.
-
Hablar de
salud, felicidad y prosperidad a cada persona que conozca.
-
Lograr que
todos sus amigos sientan que hay algo valioso en ellos.
-
Mirar el lado
luminoso de todas las cosas y hacer que su optimismo se vuelva realidad.
-
Pensar sólo en
lo mejor, trabajar sólo por lo mejor y esperar sólo lo mejor.
-
Ser tan
entusiasta respecto al triunfo de los demás como del propio.
-
Olvidar los
errores del pasado y concentrarse en los logros del futuro.
-
Tener siempre
un semblante alegre y dar una sonrisa a cada persona con quien se encuentre.
-
Invertir tanto
tiempo en su mejoramiento que no tenga tiempo de criticar a los demás.
-
Ser demasiado
grande para la preocupación, demasiado noble para la ira, demasiado fuerte para
el miedo, y demasiado feliz para permitir la presencia de problemas.
-
Pensar bien en
sí mismo y proclamarlo al mundo, no en voz alta pero si con hechos concretos.
-
Vivir en la fe
de que todo el mundo está de su lado mientras sea fiel a lo mejor que hay en si
mismo.
Cristian
D. Larson. 1912
¿Te sientes identificado con alguna de estas afirmaciones?
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