La autoconfianza o
confianza en uno mismo es pensar que disponemos de los recursos necesarios para
conseguir nuestros objetivos. Es ser conscientes de que podemos conseguir todo
lo que nos propongamos y, en caso de no conseguirlo, podemos superar todas las
adversidades y frustraciones que suponen un hipotético fracaso. La
autocanfianza nos ayuda a valorarnos por lo que somos y no por lo que tenemos.
Cuando confiamos,
somos capaces de exceder nuestros límites, de pensar que podemos conseguir
cosas que no hubiésemos imaginado, nos ayuda a ser cada día un poco mejores, a
superarnos.
Una función
fundamental de la confianza es la que nos lleva a centrarnos en nuestras
fortalezas y no en nuestras debilidades. A pensar en lo que queremos y no en lo
que tememos.
Y ¿cómo puedes
aumentar la confianza en ti mismo?.
1. Disciplina: se trata de crear hábitos que te
lleven a conseguir el éxito, ser constante; Edison se equivocó diez mil veces
antes de inventar la luz eléctrica. Aunque falles, sigue trabajando para ser
mejor.
2. Escuchar a los demás: saber qué piensan de
tus acciones, de tus éxitos y tus fracasos. Generalmente nosotros somos nuestro
peor crítico.
3. Diálogo interno: lo que te dices a ti
mismo, esa voz interior que discute consigo misma y no te deja avanzar. Deja de
hacerle caso y actúa.
4. Piensa en lo peor: muchas veces, pensar en
lo peor que podría pasar sobre algo, nos ayuda a trivializar el tema y hacerlo
más liviano. Si aceptas que puedes fracasar, cuando llegue, estarás prevenido.
5. Protagonista: sé el protagonista de tu
vida, responsabilízate de todo lo que hagas, no caigas en el victimismo y
mantén una actitud enfocada a buscar oportunidades.
Si crees
totalmente en ti mismo, no habrá quien te pare. Podrás conseguir lo que te
propongas. Recuerda: somos aquello en lo que creemos.